Eugène Deslaw realizó la película “Montparnasse”, en 1929. Filmada y montada de manera experimental, es un documento imprescindible para conocer el ambiente que ha hecho de Montparnasse un lugar mítico en la historia del arte del siglo XX.
En este cortometraje nos muestra la vida del barrio de Montparnasse: la caótica circulación en torno al Carrefour Vavin – antes de la instalación de la escultura de Balzac- y por los amplios boulevares de Montparnasse y Raspail, donde se mezclan los modernos automóbiles, los tranvías, los carros tirados por caballos que transportan esculturas religiosas desde el taller de algún escultor…, cabras y peatones…
sus paseantes, edificios y jardines, mercados y ferias de arte en la calle en la que es posible encontrar – y reconocer- a artistas que luego han ocupado salas en museos y exposiciones…
Eugéne Deslaw nos adentra en el estudio de algunos artistas de Montparnasse, como Marie Vassilieff (ver estracto del vídeo) y Sacha Zaliouk:
En este paseo por el Montaparnasse artístico, Deslaw nos sienta a la mesa de una terraza de alguno de sus famosos cafés; La Rotonde, Le Select, Le Dome, La Coupole…
… y nos deja compartir un café crème –es un decir-, la tertulia y las bromas con, entre otros, el cineasta aragonés Luis Buñuel, que ese mismo año –1929- rodaría junto a Salvador Dalí la película “Un perro andaluz”.
El gusto de Eugéne Deslaw por los reflejos se aprecia en toda la película, pero sobre todo en la sombra proyectada sobre la mesa por las manos de alguna artista española tocando las castañuelas.
También vemos al pintor Foujita,
A Silvio…
… y muchos otros personajes de ese escenario de modernidad internacional que fue Montparnasse:
EUGÈNE DESLAW
Poco se sabe de la vida de Eugène Deslaw: nacido en Tahantcha (Ukraine), emigó a Checoslovaquia en los años 20’, donde conoció al cineasta Zet Molas y se adhirió al movimiento vanguardista checo. Realizó una obra vanguardista breve y fulgurante en la que se aprecia su tendencia moderna:
- Poesía del maquinismo (La marche des machines, 1929, realizada en colaboración con Boris Kaufmann)
- Fascinación por las ciudades y la vida artificial (Les nuits electriques, 1929)
- Exploración de las posibilidades plásticas del medio (Negatif, 1930)
Pero su obra es igualmente remarcable por su tendencia mórbida hacia el lado oscuro de la vida moderna, la deformidad y la descomposición (Montparnasse. Poème du caféŽ crème, Vers les robots).
Después de realizar un documental de factura experimental sobre el rodaje de “La fin du monde” de Abel Gance, Eugène Deslaw fue barrido de la historia por la llegada del cine sonoro.
Murió en el anonimato, en 1966.
Pero nos dejó un documento inolvidable.