martes, 30 de septiembre de 2008

Artistas Australianas en Paris

Ha sido un descubrimiento:

El gran número de mujeres australianas que llegaron a París desde un lejano continente -más allá de las americanas, mucho más allá de las venidas del este, en la antípodas de las refugiadas españolas...- y se instalaron en Paris durante las tres primeras décadas del siglo XX. Jóvenes mujeres artistas que llegaron -como tantas otras desde tantos otros sitios- buscando la promesa de una ciudad, Paris, que les ofrecía la libertad de crear y sentirse independientes.

Agnes Goodsir, Cherry-()Dunn- y (dos amigas)
AGNES GOODSIR

In a Quarter-Latin studio,ca


La parisienne, ca.1929

BESSIE DAVIDSON


Madame Le Roy assise de dos dans un interior,1920

GRACE CROWLEY


Retrato de Lucie Beynis

MARGARET PRESTON

Flapper, 1928

Compartieron aprendizaje en la Academia Colarossi, estudios y apartamentos, amistades y parejas. Algunas encontraron lo que buscaban al llegar. Y se quedaron. Otras volvieron a Australia.

A penas son conocidas. Especialmente fuera de las fronteras de Australia.


domingo, 28 de septiembre de 2008

BARBARA: su historia

50 Rue Vitruve, Paris XX.
Placa instalada en el edificio donde Barbara vivió desde 1946 hasta 1959.

Barbara fue una cantante y compositora francesa nacida como Mónica Andrée Serf el 9 de junio de 1930 en París y fallecida el 25 de noviembre de 1997 en Neuilly-sur-Seine.
En el momento de la ocupación de Francia por los nazis, y bajo el gobierno de Vichy, debió esconderse con sus familiares en la pequeña ciudad de Saint-Marcellin en el Isère ya que su familia era de origen judío (como relata un episodio de su vida en su libro de memorias: "Era un piano negro".
Caída la Francia de Vichy un vecino, profesor de música, la escuchó cantar y puso interés en desarrollar su talento. Tomó lecciones para aprender a dominar la voz y aprendió a tocar el piano. Luego se inscribió en la Escuela Superior de Música. Cantó en la Fontaine des Quatre Saisons, un cabaret entonces popular en París.

De 1950 al 1952 vivió en Bruselas, dónde se convirtió en miembro de la comunidad artística. Tras unos comienzos difíciles en diversos cabarets belgas, regresó a París, y comenzó a ofrecer pequeños recitales en cabarets como L’Ecluse, en 1958, donde comenzó a reunir un público fiel, en particular entre los estudiantes del barrio latino de París. En aquella época se acompañaba al piano e interpretaba canciones de sus amigos, Georges Brassens y Jacques Brel, y autores de principios de siglo, sobre todo Xarnof (autor del “Fiacre”) y Fragson.

En octubre de 1953, se casó con Claude Juan Lucas Sluys, estudiante belga de Derecho, pero del que se separó en 1956.

En 1957, regresó a Bruselas para grabar su primer disco y empezó a cantar sus propias composiciones. A comienzos de la década de 1960 el éxito llamó a su puerta con uno de los discos más conocidos de su discografía: Dis, quand reviendras-tu? (1963). De esta forma pasó de los cabarets a los teatros —Teatro Bobino, en Montparnasse, Teatro des Capucines-. Sus éxitos iban a más y a pesar de que su aspecto, considerado siniestro, no era tan apreciado como sus grabaciones, supo atraer, retener y cautivar la atención de la audiencia y de los críticos.
Su capacidad de escribir sus propias canciones reforzó su imagen. Su lírica, su aspecto dramático, y la profundidad de la emoción en su voz le aseguró un público que le siguió siendo fiel durante treinta años.

Sus canciones más famosas fueron "Ma plus belle histoire d’amour", "L'aigle noir" -El águila negra- (versionada posteriormente en catalán por María del Mar Bonet), "Nantes" (versionada en brusselois, dialecto próximo de neerlandés, por el grupo 't Crejateef Complot bajo el título "Brugge" yen catalán por Guillermina Motta), "La solitude" y "Une petite cantate".
En 1965, su álbum "Barbara canta a Barbara" tuvo gran éxito comercial y ganó el Premio de la Academia Charles Cros. En la ceremonia, Barbara partió el trofeo en varios pedazos que distribuyó entre los técnicos para mostrarles su gratitud. Comenzó entonces a repartir su dinero y usar su fama para socorrer a niños en condiciones miserables.
En 1969, anunció que se hacía actriz. Su papel principal fue en la comedia musical "Señora", de Albert Willemetz, donde Barbara aparecía disfrazada de travesti. En 1972 participa con Jacques Brel, dirigida por él mismo, en la película "Franz", para la que escribe la melodía principal. Dos años más tarde apareció en "El Ave rara" realizada por Jean-Claude Brialy. Su última presentación se efectuó en 1977 en "Nací en Venecia", una realización del bailarín y coreógrafo Maurice Béjart.
Su carrera musical siguió en los años 70 y a principios de los 80 su álbum "Única" fue líder de ventas (en 1981). Al año siguiente le otorgaron el Premio al Mejor Disco en reconocimiento a su contribución a la cultura francesa. En 1982 fue a Nueva York para interpretar al piano en la Ópera Metropolitana con Mikhail Baryshnikov una canción y la presentación de un ballet.

A finales de los años 1980 se hizo una participante muy activa en colectas de financiación para el tratamiento del sida. En 1988 le concedieron la Orden de la Legión de Honor de la República Francesa.

Enferma, consagró su tiempo a la redacción de sus memorias, hasta que falleció por problemas respiratorios. En estas memorias -Era un piano negro, publicadas en 1998-, reveló haber sufrido el incesto de su padre, quien después abandonó a su familia.

Está enterrada en el cementerio de Bagneux en Montrouge, en el sur de París.
En 1998, el Ayuntamiento de la ciudad de Saint-Marcellin, donde Barbara y su familia se refugiaron durante la Ocupación nazi, decidió dar su nombre a un parque de la ciudad.

Gran figura de la canción francesa, compuso numerosas obras maestras entre las que se encuentran “Göttingen”, “Attendez que ma joie revienne”, “Marienbad”, “Une petite cantate”, y “Ma plus belle histoire d’amour”, la última considerada su canción fetiche.

Las canciones de Barbara, lejos de expresar la alegría de la vida, reflejan su aspecto melancólico: recuerdos amorosos (“Ma plus belle histoire d’amour”), la muerte del padre (“Nantes”), la espera del ser amado (“Pierre”), pero todo expresado de una manera contenida. Su música, siempre en tonalidades menores, dolorosa, refuerza este aspecto. En el escenario suscitaba pasiones por su figura alargada y vestida de negro, en una atmósfera intimista, hábilmente creada, su modo lánguido de tocar el piano y además unas luces que subrayaban el aspecto casi privado del espectáculo.
Vídeo:
Barbara: "Ma plus belle histoire d'amour"
(con subs. en español)