Óleo/lienzo
234.95 x 109.86 cm,
Pero Madame X tenía un nombre: Virginie Amélie Avegno Gautreau.
Virginie Amélie Gautreau había nacido en New Orleans, Louisiana, el 29 de enero de 1859, hija de una poderosa familia criolla de origen francés.
Cuando tenía 8 años ella y su madre se trasladaron a Francia. Pronto empezaron a subir escalones en la sociedad francesa.
Su pálida pálida piel, que mantenía a base de polvos de lavanda, sus rasgos acentuados con sombras, las cejas dibujadas con lápiz y el uso de Henna para teñir su pelo convirtieron a Virginie en una de las bellezas más celebres de Paris. Virginie Gautreau llegó a representar a la parisienne, un nuevo tipo de belleza caracterizado por la sofisticación y que no dudaba en usar todas sus estrategias para alcanzar un mayor status social.
Su matrimonio con el banquero francés Pierre Gautreau no impidió que siguiera frecuentando otras amistades masculinas. Su fama no debía ser demasiado buena- especialmente entre las mujeres de sus acompañantes- y sus numerosas infidelidades fueron notorias.
Reconocida por su belleza poco convencional logró, también, llamar la atención de los artistas.
John Singer Sargent no fue una excepción y pensó que un retrato de Madame Gautreau podía atraer la atención hacia su trabajo y ayudarle a conseguir más encargos en la sociedad francesa, así que escribió a un amigo:
“Tengo muchas ganas de pintar su retrato, y pienso que ella podría estar esperando que alguien le proponga este homenaje a su belleza. Si tu estás “bien con ella” y la ves en París, podrías hablarle de mi prodigioso talento.”
A pesar de que ella ya había rechazado numerosas ofertas similares, Gatreau aceptó la petición de J.S.Sargent en febrero de 1883 quizás porque ambos compartían el mismo deseo de ascender socialmente.
Durante el invierno de 1883 el retrato apenas avanzó, debido a las obligaciones y distracciones sociales de la modelo, y a su naturaleza poco inclinada a la disciplina que exigen las sesiones de posado.
En junio el pintor acompañó a Gautreau a su casa de verano, en Bretaña, donde realizó una serie de bocetos preparatorios. Pero tanto en el campo como en París, Gautreau se cansaba posando, y seguía manteniendo la misma actividad social, la responsabilidad de atender a su hija de cuatro años, a su madre, a los invitados y a los criados. Por fin, a principios de septiembre, el retrato estaba terminado.
Gautreau estaba entusiasmada; creía que J.S.Sargent había logrado una obra maestra.Cuando la pintura se presentó en el Salón de París de 1884 bajo el título de Retrato de Mme*** la gente se sorprendió y escandalizó. Parecía una obra demasiado ostentosa y carnal. El hecho de intentar preservar el anonimato de la modelo fue en vano, y la madre de Gautreu exigió que la obra se quitara de la exposición. Sargent se negó, diciendo en el cuadro no se veía más de lo que ya se sabía, pero posteriormente retocó los tirantes del vestido, para darles la apariencia de que el escote estaba bien protegido. También cambió el título, desde el original Retrato de Mme*** a Madame X, un nombre más dramático y misterioso que, al acentual lo impersonal, da la sensación de estar ante un arquetipo femenino.
El rechazo del público y la crítica rompieron las esperanzas del pintor y su modelo: a Gautreu se le cerraron las puertas de la sociedad bienpensante, y Sargent tuvo que abandonar Francia, volviendo a Londres.
Años después, en 1898, el pintor Antonio de La Gándara realizó otro retrato de ella: .
algunasmujeressabias-blog Etiquetas de : Madame X, Mme Gautreu, John Sirgent Sargent, Antonio de la Gándara, Colegas
Madame Pierre Gautreau
2 comentarios:
Acabo de descubrir su bello blog. Qué pena que la última entrada sea de hace más de un año. Ojalá vuelva a publicar...
Saludos.
me salvo de una gran tarea. Buen blog!
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